ENTRE BOLAS ... Deporte total con humor!!!

VALLEJO QUIERE CAMBIOS

“Hay golpes en la vida, tan fuertes…. !Yo no sé!”. Golpes como el que acabamos de recibir de parte de los Delgados de los Pizarros y pegadas antiguas como los de Burga y compañía. Golpes, que aunque parezca mentira, ya estamos acostumbrados, curtidos.

“Golpes como el odio de Dios…” Claro, y el odio de todos los peruanos también, de comprobarse los destapes que ya huelen a podrido. Sin embargo, el solo hecho de existir indicios, revelan la poca calidad moral de estos individuos que manchan el deporte por sus propios intereses.

“…como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma…” Como no se va empozar en el alma, si todo lo sufrido por culpa de mentes corruptas nos han llevado a estar últimos en el escalafón sudamericano.

“Son pocos; pero son…” Sí son pocos, pero que han hecho un daño irreparable a nuestro deporte que va a ser muy difícil que salgamos de esa situación, si es que no se actúa con mano firme y decidida para un cambio de estructura.

Y este cambio estructural a corto plazo, significa radicalmente que todos los dirigentes implicados en el fracaso, se vayan a sus casas. Buscar hombres probos que realicen una vasta reingeniería de nuestro deporte con sentido empresarial.

Después, en el mediano y largo plazo, se requiere, que en el cambio de sistemas, se opte por el apoyo fundamental al desarrollo de las divisiones menores a nivel nacional. Ese es el punto de quiebre, en la juventud está el despegue de nuestro deporte.

Que estos cambios no van a dar frutos inmediatos, seguro que sí. Pero después de un trabajo a consciencia y honesto, los resultados en 10 o 15 años serán exitosos. En el Perú existe una infinidad de talento, pero es necesario formarlo en la plenitud de la niñez para que después no tengamos de qué quejarnos.

A la par, debe volver la educación física y el curso de civismo y premilitar a los colegios. No podemos permitir que la juventud se pierda por falta de ajustes de nosotros los mayores que tampoco nos preocupamos porque nuestros hijos sean mejor preparados para que nadie los señale después.

Si no hacemos algo pero pronto, Vallejo volverá a escribir desde el Cielo y con toda la razón del mundo: “Hay golpes en la vida, tan fuertes…. !Yo no sé!”

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