jueves, 16 de julio de 2009
ESTUDIANTES CAMPEÓN DE AMÉRICA POR CUARTA VEZ EN SU HISTORIA
Con una gran actuación de Verón, el equipo argentino Estudiantes se coronó campeón de la Copa Libertadores, al volcar un marcador desfavorable e imponerse de visita por 2-1 sobre el Cruzeiro en la final del torneo continental, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
En duelo decisivo entre los dos equipos, que empataron sin tantos el partido de ida de la final en La Plata, el Cruzeiro salió en ventaja con un gol de Henrique a los 51”, pero Estudiantes reaccionó y empató a los 57” a través de Gastón Fernández, y conquistó la victoria y el título con un tanto de Mauro Boselli a los 73”.
El triunfo, que le otorgó al equipo argentino un título más de la Libertadores para sumarse a los tres conquistados entre 1968 y 1970, fue celebrado con entusiasmo por los jugadores de Estudiantes y arrancó lágrimas del veteranísimo Verón, la gran figura del partido.
El título hizo justicia al planteamiento táctico del técnico argentino Alejandro Sabella, quien logró éxito en su estrategia de “achicar la cancha” y reducir los espacios para los avances del adversario, al tiempo que adoptó una marca personal sobre las dos principales figuras del Cruzeiro: el mediocampista Ramires y el delantero Kléber.
En el primer tiempo, Cruzeiro y Estudiantes libraron un duelo concentrado principalmente en el medio campo y en ambiente tenso, con numerosas faltas de parte a parte, muchos errores de pase y pocos disparos a gol.
La primera oportunidad brasileña surgió recién a los 19 minutos, a través de una combinación entre Ramires y Wellington Paulista, pero que se frustró cuando el mediocampista de la selección brasileña falló el último pase. Tres minutos después, el delantero argentino Mauro Boselli desperdició una excelente oportunidad del Estudiantes, al no alcanzar un pase perfecto de Gastón Fernández.
El portero argentino Mariano Andújar intervino por primera vez en el minuto 25, para interceptar un pase de Wagner a Wellington Paulista, mientras que su colega brasileño Fabio también salvó a su equipo en el minuto 42, al desviar un tiro libre ejecutado por Leandro Benítez.
Las atentas defensas lograron anular las demás jugadas de ataque creadas en la etapa inicial: el zaguero argentino Leandro Desábato desvió a los 28 minutos un centro de Kléber antes de que Wagner alcanzara el balón para intentar meterlo a gol, mientras que, cinco minutos después, el brasileño Gerson Magrao desarmó a Boselli antes de que pudiera rematar a gol un ataque en velocidad.
La fiesta de hinchada de más de 60.000 personas presente en el estadio Mineirao estalló recién en el segundo tiempo: en el minuto 51, el Cruzeiro inauguró el marcador a través de un disparo de larga distancia del volante Henrique que desvió en Desábato, lo que le quitó a Andújar cualquier posibilidad de defensa.
Al Estudiantes le tardó solamente seis minutos para volver a igualar la batalla, en un contragolpe iniciado por Verón y rematado por Gastón Fernández, cuyo gol desató los festejos entre los 3.000 hinchas argentinos que se desplazaron a Belo Horizonte para la finalísima.
El empate argentino desorientó a los brasileños y le permitió a Estudiantes asumir las riendas del partido. El equipo visitante desperdició dos buenas oportunidades, a través de un disparo ligeramente desviado de Verón, a los 63”, y luego en un tiro de Boselli atajado por el guardametas brasileño a los 69”.
En el minuto 73, Estudiantes volcó el marcador a través de Boselli, quien remató con un cabezazo inatajable un centro igualmente perfecto de Verón y llegó a su octavo gol en la Libertadores.
A partir de ahí, los argentinos ya no perdieron el control del partido, y de hecho estuvieron muy cerca de ampliar su ventaja en el minuto 78, a través de un disparo de Verón. La única buena oportunidad de empate del Cruzeiro salió a los 87”, en un disparo de Thiago Ribeiro que se estrelló contra el travesaño de Andújar.
FUENTE: BELO HORIZONTE (DPA)
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