jueves, 14 de enero de 2010

QUE PREOCUPACIÓN

La semana que empezó mal para el Liverpool tras la dimisión de un directivo por insultar a un hincha, empeoró luego de que un modesto equipo de la segunda división del fútbol inglés eliminó al equipo de la Copa FA y por una serie de lesiones de algunas figuras del equipo.

El Reading remontó en Anfield el partido de la tercera ronda y se impuso 2-1 al Liverpool en el tiempo extra, asestando un nuevo golpe a la mala temporada del club y poniendo más presión sobre el entrenador, el español Rafa Benítez.

Los indignados aficionados abuchearon al plantel al retirarse del campo de juego y pidieron la salida de Benítez, mientras los medios británicos especulan sobre si el técnico podrá sobrevivir a este golpe.

En tanto, el delantero Fernando Torres estará fuera del terreno de juego durante seis semanas después de sufrir un desgarro del cartílago en una rodilla, dijo el jueves el club en su página web (www.liverpoolfc.tv).

El capitán Steve Gerrard y el mediocampista Yossi Benayoun también tienen problemas físicos, por lo que también estarán fuera de acción por algunos días.

El Liverpool, que el miércoles anunció el fichaje del mediocampista argentino Maxi Rodríguez, está fuera de la lucha por el título de la Liga Premier, a 12 puntos del líder Chelsea.

Los Reds también fueron eliminados de la Liga de Campeones, la Copa de la Liga y ahora de la Copa FA. Ahora sólo le queda la Liga Europa como posible vía de salvación de su peor temporada en años. El jueves, los periódicos ofrecían una lectura incómoda para el técnico.

The Guardian titulaba, La humillación en Anfield acumula la presión sobre Benítez y The Times decía, Benítez se enfrenta a la lucha por la supervivencia.

Mientras, el Daily Mirror decía: Torres fuera, Gerrard fuera, Liverpool fuera (...) ¿Rafa fuera?, refiriéndose a las lesiones que sufrió el equipo en su partido ante el Reading.

La semana había empezado mal cuando el director Tom Hicks se vio obligado a dimitir de su puesto en la junta por haber enviado un correo electrónico insultante a un aficionado.

Al día siguiente, los hinchas se molestaron cuando el director comercial del club dijo que era probable que el nuevo estadio, cuando se construya, pierda el nombre de Anfield y esté abierto a cualquier posible patrocinador, el que pague el derecho a denominación.

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